jueves, 26 de abril de 2007

Dolor ajeno


Con las manos tendidas
a la fuente de agua estancada,
una triste sonrisa, ilusiones perdidas,
un ayer de circunstancias truncadas...

Quejumbroso paso
acompasando al reloj temporal,
las manos son el vaso
aplacando la sed carnal...

Su rostro mostraba las llagas
reflejo del alma doliente,
que hasta en las manos eran marcadas
fustigando al corazòn cruelmente...

Su voz era el silencio
con la que el pensamiento callaba,
aplacando al incienso
que antes era amor que volaba...

La esperanza se habìa borrado
de su agreste vida enlutada,
como si fuese en dolor aletargado
el traje negro, el alma manchada...

El amor se pierde
cuando al querer tornamos falsìa,
cruel lecciòn que se aprende
tarde, muy tarde,
ahora ya no hay alegrìa...

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